No se que tienen las repeticiones, los ritmos, las recreaciones para llamarme tanto la atención y casi obligarme a parar y hacer una o varias fotografías. A veces pienso que son un espejo en el que me miro y descubro mis propias rutinas, mis propios vicios repetitivos, mis maneras bruscas de reafirmarme en algo. No se, en muchas ocasiones pienso que en realidad fotografiamos aquello que de alguna manera nos identifica, nos conforma, en definitiva, tiene que ver con nosotros.
Más que la repetición, aquí destacaría la perspectiva que nos conduce la vista hacia un punto incierto, y la presencia de ese cartel que es como un punto de partida, como la línea de salida de nuestro recorrido visual. Sobre lo que dices, opino como tu: todo lo que hacemos es reflejo de nuestra personalidad; también en fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.
muy fotografía, la ausencia de gente le da un misterio...
ResponderEliminarsaludos
Las repeticiones tienen un atractivo especial. Has captado estupendamente las de esta calle y cpn unas diagonales excepcionales.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Luis
Creo que a todos nos atraen las secuencias, la repetición de elementos. los ritmos, tal vez porque somos seres hechos de ritmos: el corazón, la respiración, los ritmos de vigilia y sueño y otros tantos que nos muestra la medicina. Pero aparte del ritmo está como bien dice Carlos la perspectiva, en este caso estupenda
ResponderEliminarSiempre fotografiamos aquello que nos llama más la atención, estoy muy de acuerdo con lo que expresas en tu escrito.
ResponderEliminarBuenas Noches, Que tengas un buen descanso.
Cada cual tenemos nuestras propias manías o nuestros modelos estéticos y eso nos lleva a que repitamos determinados estereotipos que de algún modo identifica nuestra manera de hacer las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
It's the man with the saxophone that caught my eye. wouldn't be odd if that picture were in each window?!
ResponderEliminarPatrones, repeticiones que vemos y siempre encontramos algún motivo que rompe esa armonía y nos saca de ese contexto. Ese cartel llama mucho la atención, es una sorpresa verlo detrás de los pinetes.
ResponderEliminarSaludos.
Líneas y líneas pero mi mirada se fija en un músico que toca desde el infinito, ese que está tan cerca que casi podemos tocarlo aunque se nos escape entre los dedos. Abrazo grande, Luis querido.
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