Y para finalizar este trabajo... un poco de lucha de
clases.
El tiempo, ese viento imperceptible que todo lo
desgasta a su paso, en ocasiones también nos deja al descubierto las diferencias sociales y nos permite comprobar cómo la vida no es igual para todos, según de
quien se trate.
Las ruinas son, han sido y serán, para aquellos que
se dejan la vida en su trabajo gracias al cual sobreviven.
Los que dan esos trabajos “ruinosos”
se parapetan contra el olvido y el paso del tiempo, logrando perdurar.
Estas últimas fotos, bien lo demuestran.
La casa del Patrón se mantiene prácticamente intacta
en su construcción mientras las de los trabajadores apenas mantienen un
recuerdo de aquello que fue. Hoy solo son un montón de piedras que han dejado
evaporarse las vidas de quienes las construyeron con sus propias manos.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Un abrazo
Una pena que termine esta hermosa serie, tanto por tu gran narracion y documento de cuánto aconteció y queda con sus restos aunque sean clasistas y diferenciales como nos muestras hoy.
ResponderEliminarHa sido una serie de fabulosas imágenes en BN
Felicidades por estas fotografías con memoria y por haberlas compartido
Un fuerte abrazo, D. Luis
Qué buenas Luis, son una belleza, los procesados son prefectos con unos b/n tremendos. La primera es una maravilla pero al ver la segunda y leer tu acertado comentario se ve desde otra perspectiva menos atractiva...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Ay! No son los mismos materiales los que usan unos y otros pero al final... todo va al mismo sitio. Magnífica serie, pena que se termine.
ResponderEliminarSalu2
Ruiny też są fotogeniczne. Podoba mi sie drugie zdjęcie. Pozdrawiam
ResponderEliminarUn magnifico reportaje además de bien documentado.
ResponderEliminarEn estas historias siempre es lo mismo, la resignación
y culpabilidad del pobre: “No has triunfado eres culpable
de lo que eres.
Muy ilustrativa tu segunda foto de hoy, Luís. Distintas clases sociales, distintos materiales de construcción, distinto porte, estilo y alturas en la edificación. Si es cierto que el viento y el tiempo tratan a todos por igual, y parece que ya ha pasado bastante, las diferencias en su época debieron ser abrumadoras. Nada distinto, sin embargo, de lo actual.
ResponderEliminarUn reportaje muy interesante, Luís. Lo he seguido con mucha atención, he disfrutado y he aprendido de tus explicaciones. Muchas gracias!
Y supongo que en el interior habrá más muestras de esas diferencias que se aprecian por fuera.
ResponderEliminarUn gran trabajo el que has realizado con esta serie, Luis.
Enhorabuena.
Un abrazo.
Esplendido tratamiento, B/N siempre en su justa medida, acorde con lo que quieres expresar.
ResponderEliminarGracias a ti Luis, por permitirnos disfrutar de tu trabajo con esta magnífica serie de imágenes y relatos.
Un fuerte abrazo
Son estupndas Luís, especialmente la de mas arriba. La fotografía como memoria. Buen título
ResponderEliminarFormidables imágenes, muy especialmente la primera. Ha sido una série magnífica, no solo por las impecables fotos que nos has mostrado, sinó que además, por las grandes histórias que hay en cada una de ellas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Luis
Además resulta bastante significativo la colocación de las casas: unas arriba y otras abajo. Una serie muy interesante, Luis.
ResponderEliminarAbrazo.
Magnífico colofón para tu trabajo documentalista, has tocado muy bien los temas clave para hacernos una formada idea de lo que es y de lo que fue en otros tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena, Luis.
Un buen contrapunto para poner fin a esta magnífica serie.
ResponderEliminarUn abrazo,