21 enero 2016

Solo es necesario un gesto





Una mañana fría,
descarnada en niebla, un tiempo sin voz,
vacío de los huesos a los dientes, pero
con frutos en la lengua y amapolas en los ojos.

Solo es necesario un gesto.
Que las manos se alcen, que
el aire peine los pulmones
y nos preste el aliento

Ahí, en ese paisaje,
en esa línea fugaz del horizonte
inventado,
habita aquello que nos conforma,
aquello que jamás será despojo.


Un gesto

Solo es necesario un gesto





Una mañana fría,
descarnada en niebla, un tiempo sin voz,
vacío de los huesos a los dientes, pero
con frutos en la lengua y amapolas en los ojos.

Solo es necesario un gesto.
Que las manos se alcen, que
el aire peine los pulmones
y nos preste el aliento

Ahí, en ese paisaje,
en esa línea fugaz del horizonte
inventado,
habita aquello que nos conforma,
aquello que jamás será despojo.


Un gesto

03 enero 2016

Comencemos la reconstrucción de ese TODO que somos



Cambia el mundo con sus luces y sus sombras.

Son diferentes los días, no hay dos lunas iguales, nunca el caudal de un rio serpentea por el mismo cauce, jamás pisamos la misma arena del camino...

Todo se altera a cada hálito, se transforman nuestro cuerpo, nuestra piel, nuestros órganos, para dar paso a cada segundo a formas nunca insinuadas. De ningún modo damos un paso de la misma longitud, jamás somos el mismo ser de un segundo al inmediato siguiente.

Esa es la pura realidad, de ella, deberíamos hacernos conscientes para innovar este universo que habitamos y por el que, tal vez, cabalgamos demasiado a prisa.

 Esto es solo una invitación que hago extensible a mis amigos para que como personas y como fotógrafos  seamos capaces de entender el mundo, de entendernos entre nosotros, para de ese modo poder explicar con luces y sombras este mundo.


Comencemos la reconstrucción de ese TODO que somos



Cambia el mundo con sus luces y sus sombras.

Son diferentes los días, no hay dos lunas iguales, nunca el caudal de un rio serpentea por el mismo cauce, jamás pisamos la misma arena del camino...

Todo se altera a cada hálito, se transforman nuestro cuerpo, nuestra piel, nuestros órganos, para dar paso a cada segundo a formas nunca insinuadas. De ningún modo damos un paso de la misma longitud, jamás somos el mismo ser de un segundo al inmediato siguiente.

Esa es la pura realidad, de ella, deberíamos hacernos conscientes para innovar este universo que habitamos y por el que, tal vez, cabalgamos demasiado a prisa.

 Esto es solo una invitación que hago extensible a mis amigos para que como personas y como fotógrafos  seamos capaces de entender el mundo, de entendernos entre nosotros, para de ese modo poder explicar con luces y sombras este mundo.