Salir una mañana sin rumbo fijo, dejándose "fluir" como dicen ahora y descubrir que se despierta el interés por fotografiar lo que voy descubriendo mientras "fluyo". El móvil en el bolsillo del pantalón comienza a dar saltos reclamando un poco de atención y una repentina emoción se despierta en ese rincón que tengo dedicado a la fotografía urbana y que me impulsa a detenerme delante de algunos de estos paisajes mientras continúo fluyendo libremente. Al final un recorrido lleno de interés personal mientras voy descubriendo el Madrid de los Austrias. Y la necesidad de documentar aquel paseo. Ahí lo tenéis.