Hay días en los que tengo la sensación de que algo no está en equilibrio. Sé que la posibilidad de la perfecta medida y proporción es una quimera pero, intento buscarla, encontrarme con ella cara a cara y aplicar sus recetas. Luego, más tarde, cuando el tiempo me permite recapacitar me hago consciente de que también en el desequilibrio existe belleza.