Esto no hay un dios que lo aguante.
Treinta y nueve grados durante el día y veintiocho por las noches, es mucho para mí.
Me largo unos días de vacaciones buscando la brisa de la playa y el chiringuito donde me puedan servir unas cuantas cervezas bien frías.
Vuelvo pronto.
Pasadlo bien todos y todas. Un abrazo gordo