Pensé, tal vez ingenuamente, que
los túneles del metro de Madrid podrían servirme de refugio para aplacar un
poco este calor de justicia. Madrugué y allí que me fui con la intención
de hacer algunas fotos que hablaran de eso que tanto me atrae y que no es otra
cosa que las arquitecturas interiores, esos pequeños detalles qué a diario
visito, visitamos y que suelen pasar inadvertidos mientras en nuestras mentes
resuenan otros asuntos tal vez más peliagudos, mucho más decisivos y a veces,
incluso peligrosos.
Y así, de este modo, me vine a
casa con la tarjeta llena de buenas intenciones y alguna que otra foto decente.
De eso va esta serie semanal. Espero que no os resulte muy aburrida y
cansina.
Difficile …
ResponderEliminarBuena perspectiva, amigo... Escuché hace un par de dias que había muerto un joven de golpe de calor en el metro madrileño...
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