Me encantan esas tabernas o bares que parecen un homenaje a la nostalgia a través de las fotografías y muebles. La atmósfera que nos muestras es muy propicia para evocar esa sensación. Un abrazo, Luis.
Ese estilo antiguo de las tabernas de antes, que ya se ha ido perdiendo por los modernismos de ahora. Supongo, que la frecuentaba gentes que iban eran siempre las mismas y existían buenos lazos de amistad, entre los clientes y los camareros que los atendían. Bonita imagen de tiempos pasados, que aún perdura gracias al gran tesón de su dueño.
Me encantan esas tabernas o bares que parecen un homenaje a la nostalgia a través de las fotografías y muebles. La atmósfera que nos muestras es muy propicia para evocar esa sensación.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.
Parece un lugar agradable para una charla tranquila y distendida mientras se paladea un buen vino
ResponderEliminarEse estilo antiguo de las tabernas de antes, que ya se ha ido perdiendo por los modernismos de ahora. Supongo, que la frecuentaba gentes que iban eran siempre las mismas y existían buenos lazos de amistad, entre los clientes y los camareros que los atendían.
ResponderEliminarBonita imagen de tiempos pasados, que aún perdura gracias al gran tesón de su dueño.
Bello lugar que nos lleva a la nostalgia, como el espejo a rincones escondidos.
ResponderEliminarAferradetes, Luis.
Podría ser una taberna de Córdoba... A uno, le encantan... Todavía se conservan algunas,por fortuna... Buena imagen, amigo
ResponderEliminarCurioso el encuadre que has captado, me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda, un lugar con encanto y solera, vamos, de los que lamentablemente ya no quedan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Luis
Me encantan las viejas tabernas. Tienen sabor a persistencia. La luz y las sombras de la imagen dan un cierto toque de nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo.