Una ciudad es un torbellino de sonidos. Todo parece estar en constante movimiento y “fabricando” lo que hemos dado en llamar contaminación acústica. Solemos caminar por sus calles tan a lo nuestro, que a veces, ni escuchamos ese ruido ensordecedor. Y en medio de todo este maremágnum sonoro, caigo mientras camino, en ese silencio permanente que mantienen algunos “habitantes” de esa ciudad compartida, "habitantes" que a corta distancia entre ellos, parecen mirarse permanentemente callados como si quisieran recordarnos que este es del todo posible sin dejar de hacerse compañía.
The more people there are, the more privacy they need to create in their minds.
ResponderEliminarFeliz Año y que en este 2023 consigamos hacer realidad cada una de nuestras utopías.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Silencio y ciudad es una dualidad casi incompatible. Pero eso no evita la toma buenas fotografía como esta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es extraño pero la foto transmite silencio, puede ser la falta de personas y vehículos. La composición es estupenda con un tremendo equilibrio y un procesado en blanco y negro sobresaliente.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Año Luis
En cualquier ciudad es casi imposible tomar una foto así, sin gente, sin vehículos, sin cables... y sí, da una sensación extrañísima de paz y silencio.
ResponderEliminarAferradetes i bon any, Luis.
La impresión es que el bolardo y el árbol dialogan, aunque sea en silencio; no siempre son necesarias las palabras y en medio del silencio es posible la comunicación y el entendimiento
ResponderEliminarBuena perspectiva y buena imagen, amigo.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo
Excelente reflexión para una gran foto!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Luís
Tal vez tenemos miedo del silencio porque el silencio habla mucho más que muchas de nuestras palabras y nos dice, tal vez, eso que le dice el árbol al bolardo.
ResponderEliminarFeliz 2023, Luis, con tanta calma y silencio como los de esta imagen. Abrazo grande.
El bolardo como vigilante del orden acústico; una utopía en las grandes ciudades. Pero es curioso, la foto sí me sugiere un oasis de silencio en medio de la ruidosa vorágine.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.