Esta imagen corresponde al trabajo que durante un año y medio realicé por algunos pueblos de La Mancha en busca de material para una exposición que me propusieron en El Toboso. Esta foto en concreto está hecha en ese pueblo, pero buscando un poco una imagen un tanto variada de lo que por allí se puede ver. Un abrazo
Espera uno ver aparecer por uno de los extremos de ese camino (más por el derecho) al mismísimo don Quijote, a lomos de Rocinante y seguido de su fiel escudero
La perspectiva elegida, con ese muro tapando y castrando indecentemente al molino, me lleva a una mirada pesimista de abandono y desprecio. Aún así, el molino parece observar orgulloso y atónito lo que está sucediendo a su alrededor. Un abrazo, Luis.
Estuve trabajando para lograr estas fotos durante un año y medio más o menos y te puedo garantizar que pasé un calor de muchos grados , pero también un frío tremendo. Un abrazo y gracias
Es imposible evitar que vengan a la memoria pasajes del Ingenioso Hidalgo en los que tapias y molinos toman un gran protagonismo. Ahora bien, ciertamente es un molino que rompe un poco con los esquemas a los que estamos habituados. Un abrazo,
Qué discreto este molino, con esa traza y esa ubicación un tanto alejada de los molinos más visitados, los que están en nuestro imaginario. Y qué imagen tan equilibrada, con la luz justa, los tonos suaves, las texturas de la pared, del camino, del cielo...y el molino en el centro, como un eje, como una invitación a la conversación del camino que uno trae y del que queda por delante. Un abrazo
Intenté trabajar de modo un tanto particular el paisaje y los pueblos de la Mancha. Buscaba una mirada diferente a lo que ya son fotos de referencia de algunos fotógrafos que trabajaron este paisaje. El molino, con esa estampa tan fuera de los que, como tu bien dices, están en nuestro imaginario dando importancia al mismo tiempo a las texturas del camino y de la pared, pasaba por lo que en realidad quería mostar. Gracias por comentar. Un abrazo XuanRata
Qué bonito proyecto y que difícil. Olvidándonos del final de él. Te imagino por esos caminos polvorientos en tu moderno “rocín”, entrando en una posada a reponerse de las fatigas y como en el “libro”. Hiciéronlo ansí: diéronle de comer, y quedóse otra vez dormido, y ellos, admirados de su locura. *Primera parte•Capitulo VII, pag.-89 Abrazos.
Me gustó trabajar en este proyecto porque La Mancha era para mi un lugar bastante desconocido. Camino de paso para otras tierras y poco más. Resultó muy interesante no solo por el trabajo fotográfico, sino por ese contacto con gente de esas áridas tierras manchegas. Hubo un poco de todo pero bien es verdad que a la hora de reponer fuerzas después de las fatigas del camino, este es un lugar con gente acogedora y amable. Fueron diez y siete meses de duro trabajo pero con buenos resultados en lo personal y en aprendizaje del control de algunas luces duras con las que no estaba acostumbrado a trabajar. Un abrazo Ángel y muchas gracias
muy buena luis. ese molino castigado por el paso del tiempo y asomando por encima de la tapia, una más de tantas y tantas tapias que hay en la mancha. un abrazo.
Gracias Miguel y perdona, no había leído tu comentario. El tiempo no perdona y nos pone de manifiesto el deterioro que ocasiona, pero también la belleza que puede contener ese deterioro. Un abrazo
Muy buena Luis, el molino no podía faltar pero ni el encuadre ni el molino son los típicos. Me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
Esta imagen corresponde al trabajo que durante un año y medio realicé por algunos pueblos de La Mancha en busca de material para una exposición que me propusieron en El Toboso. Esta foto en concreto está hecha en ese pueblo, pero buscando un poco una imagen un tanto variada de lo que por allí se puede ver. Un abrazo
EliminarEspera uno ver aparecer por uno de los extremos de ese camino (más por el derecho) al mismísimo don Quijote, a lomos de Rocinante y seguido de su fiel escudero
ResponderEliminarEs lo que tiene La Mancha. Todos tenemos en la memoria esas lecturas en las que en un lugar de La Mancha de cuyo...
EliminarUn abrazo y gracias
Bonita imagen 🙂 besos
ResponderEliminarMuchas gracias Laura. Un abrazo
EliminarLa perspectiva elegida, con ese muro tapando y castrando indecentemente al molino, me lleva a una mirada pesimista de abandono y desprecio. Aún así, el molino parece observar orgulloso y atónito lo que está sucediendo a su alrededor.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.
El muro y este molino precisamente me dieron la idea de ese tiempo pasado que ya solo está en nuestras memorias. Un abrazo y Gracias
EliminarMuy bonita la composición, los tonos y la textura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Antonio. Un abrazo.
EliminarI love that windmill!
ResponderEliminarMuchas gracias Bill. Me llamó especialmente la atención por parecerme que estaba como avergonzado de su estampa un tanto vieja y abandonada. Un abrazo
EliminarBonita foto y encuadre
ResponderEliminarMuchas gracias Odel. Un abrazo
EliminarSencillamente preciosa.
ResponderEliminarMuchas gracias Joan. Un abrazo
EliminarComo me gusta este molino y todos los que hay en la mancha, aunque ahora hará mucho calor en esos campos.
ResponderEliminarBesos
Estuve trabajando para lograr estas fotos durante un año y medio más o menos y te puedo garantizar que pasé un calor de muchos grados , pero también un frío tremendo. Un abrazo y gracias
EliminarMuy original esta foto del molino a través del muro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un poco como encapsulado tal y como muchos lo llevamos en nuestras memorias desde pequeños cuando leímos el Quijote. Un abrazo Montse
EliminarEs imposible evitar que vengan a la memoria pasajes del Ingenioso Hidalgo en los que tapias y molinos toman un gran protagonismo. Ahora bien, ciertamente es un molino que rompe un poco con los esquemas a los que estamos habituados.
ResponderEliminarUn abrazo,
Lo que pretendía era aportar una mirada diferente sobre La Mancha que es un lugar tal vez muy explotado. Un abrazo Miguel y muchas gracias
EliminarQué discreto este molino, con esa traza y esa ubicación un tanto alejada de los molinos más visitados, los que están en nuestro imaginario. Y qué imagen tan equilibrada, con la luz justa, los tonos suaves, las texturas de la pared, del camino, del cielo...y el molino en el centro, como un eje, como una invitación a la conversación del camino que uno trae y del que queda por delante.
ResponderEliminarUn abrazo
Intenté trabajar de modo un tanto particular el paisaje y los pueblos de la Mancha. Buscaba una mirada diferente a lo que ya son fotos de referencia de algunos fotógrafos que trabajaron este paisaje. El molino, con esa estampa tan fuera de los que, como tu bien dices, están en nuestro imaginario dando importancia al mismo tiempo a las texturas del camino y de la pared, pasaba por lo que en realidad quería mostar. Gracias por comentar. Un abrazo XuanRata
EliminarQué bonito proyecto y que difícil. Olvidándonos
ResponderEliminardel final de él. Te imagino por esos caminos
polvorientos en tu moderno “rocín”, entrando en
una posada a reponerse de las fatigas y como
en el “libro”. Hiciéronlo ansí: diéronle de comer,
y quedóse otra vez dormido, y ellos, admirados
de su locura.
*Primera parte•Capitulo VII, pag.-89
Abrazos.
Me gustó trabajar en este proyecto porque La Mancha era para mi un lugar bastante desconocido. Camino de paso para otras tierras y poco más. Resultó muy interesante no solo por el trabajo fotográfico, sino por ese contacto con gente de esas áridas tierras manchegas. Hubo un poco de todo pero bien es verdad que a la hora de reponer fuerzas después de las fatigas del camino, este es un lugar con gente acogedora y amable. Fueron diez y siete meses de duro trabajo pero con buenos resultados en lo personal y en aprendizaje del control de algunas luces duras con las que no estaba acostumbrado a trabajar. Un abrazo Ángel y muchas gracias
Eliminarmuy buena luis. ese molino castigado por el paso del tiempo y asomando por encima de la tapia, una más de tantas y tantas tapias que hay en la mancha. un abrazo.
ResponderEliminarGracias Miguel y perdona, no había leído tu comentario. El tiempo no perdona y nos pone de manifiesto el deterioro que ocasiona, pero también la belleza que puede contener ese deterioro. Un abrazo
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