Conocí a una señora en una aldea cuyo hijo menor falleció con alrededor de 30 años en un accidente de moto. Todas las noches dejaba una silla en la puerta de su casa por si su hijo decidía volver. Tu foto, muy buena, me ha recordado esa historia
Una historia increíble Joaquín, pero que a mi me llego ese día en el que me volvía para Madrid después de unos pocos días de vacaciones en esa casa situada en Cueto de Meré (asturias) La silla quedó allí a la espera de una vuelta más que probable. Un abrazo enorme
Perfecta desde el punto de vista compositivo con un gran equilibrio. Un blanco y negro excelente y unas texturas muy bien resaltadas. En resumen, toda una gran fotografía. Un abrazo,
Muchas gracias Miguel. En ocasiones uno aprieta el disparador sin saber muy bien qué es lo que ha llamado tu atención y solo cuando estás delante de la imagen descubres la razón última. Un abrazo
Una puerta, una ventana, una silla y una pared, nada más, y, sin embargo, la foto y su composición incitan a la observación el visitante sin intentar, por mi parte, suponer qué hay detrás, qué historia se intuye. Me quedo con las formas, las texturas, la combinación de elementos simples que componen una minirrealidad sugerente. una foto que parte de la humildad y la observación, además del equilibrio. Un bello detalle que absorbe nuestra mirada a pesar de la pared que cierra la imagen. nos quedamos aquí a este lado pero imaginamos que vemos más allá. Un abrazo.
Una lectura, la tuya, desde este lado de la pared. Otra visión (caben tantas) y son tan ciertas y verídicas todas, que por no ser excluyentes conforman un imaginario amplio y en el que mirarse y reconocerse para ir buscando otros "paisajes" otros posibles polos de esa realidad que tan próxima tenemos y a la que solo con una cierta mirada podemos acceder. Gracias por tu comentario que me llena de orgullo y que me alienta en el trabajo. Un abrazo enorme
que manera de contar historias. un trio de elementos te han bastado para contar muchas, pero que muchas historias. me alegro que hayas disfrutado esos días por cueto, que seguro te seguirá esperando . Un abrazo, Luis
Muchas gracias César. Antes de nada, Bienvenido. Me alegro de tenerte de nuevo por aquí. con el paso de los años y el trabajo continuado, uno va aprendiendo y cercando cada vez más, aquello que quiere, aquello que tiene algún valor personal para contar lo que quiere, lo que siente y además el tiempo y el trabajo enseñan, también, a elegir el momento del disparo, que incluir en la toma, que dejar fuera de ella y de esta manera uno va "sintiendo" que es lo que quiere retratar y porqué. Un abrazo enorme
Conocí a una señora en una aldea cuyo hijo menor falleció con alrededor de 30 años en un accidente de moto. Todas las noches dejaba una silla en la puerta de su casa por si su hijo decidía volver. Tu foto, muy buena, me ha recordado esa historia
ResponderEliminarUna historia increíble Joaquín, pero que a mi me llego ese día en el que me volvía para Madrid después de unos pocos días de vacaciones en esa casa situada en Cueto de Meré (asturias) La silla quedó allí a la espera de una vuelta más que probable. Un abrazo enorme
EliminarYes-- Many stories from this one image.
ResponderEliminarMuchas gracias Bill. Una imagen que para mi cuenta historias de espera, de retorno y abandono al lugar donde se dejó uno parte de la vida. Un abrazo
EliminarMe encanta la sobriedad de esa composición y el ambiente rústico que refleja.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.
A veces, hay imágenes que para contar lo pretendido no necesitan de demasiados alardes. Un abrazo enorme
Eliminarpreciosa composición tanto de objetos como de texturas
ResponderEliminarUn abrazo Luis
Muchas gracias Fernando. Un abrazo
EliminarMe encanta la imagen. La soledad es la mayor enfermedad de nuestros dias.
ResponderEliminarUn abrazo Luis
Cierto y es algo que además está en todos nosotros y por eso es tan fácil capturarla y captarla. Gracias Josep
EliminarPerfecta desde el punto de vista compositivo con un gran equilibrio. Un blanco y negro excelente y unas texturas muy bien resaltadas. En resumen, toda una gran fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muchas gracias Miguel. En ocasiones uno aprieta el disparador sin saber muy bien qué es lo que ha llamado tu atención y solo cuando estás delante de la imagen descubres la razón última. Un abrazo
EliminarUna puerta, una ventana, una silla y una pared, nada más, y, sin embargo, la foto y su composición incitan a la observación el visitante sin intentar, por mi parte, suponer qué hay detrás, qué historia se intuye. Me quedo con las formas, las texturas, la combinación de elementos simples que componen una minirrealidad sugerente. una foto que parte de la humildad y la observación, además del equilibrio. Un bello detalle que absorbe nuestra mirada a pesar de la pared que cierra la imagen. nos quedamos aquí a este lado pero imaginamos que vemos más allá. Un abrazo.
ResponderEliminarUna lectura, la tuya, desde este lado de la pared. Otra visión (caben tantas) y son tan ciertas y verídicas todas, que por no ser excluyentes conforman un imaginario amplio y en el que mirarse y reconocerse para ir buscando otros "paisajes" otros posibles polos de esa realidad que tan próxima tenemos y a la que solo con una cierta mirada podemos acceder. Gracias por tu comentario que me llena de orgullo y que me alienta en el trabajo. Un abrazo enorme
EliminarLa fuerza un estado puro en el poder
ResponderEliminarvital de estos materiales, levantados
por el hombre.
Abrazos.
Esa fuerza es la que ayuda a comunicar aquello que es la razón de pararse ante este lugar.
EliminarMuy buena la foto, espero que vuelvas pronto a esa casa, tiene que ser una maravilla. Que historia tan bonita la de Joaquin.
ResponderEliminarEspero que volveré al año que viene a vivir unos días de descanso y placidez. La historia de Joaquín es realmente alentadora. Un abrazo
Eliminarque manera de contar historias. un trio de elementos te han bastado para contar muchas, pero que muchas historias. me alegro que hayas disfrutado esos días por cueto, que seguro te seguirá esperando .
ResponderEliminarUn abrazo, Luis
Muchas gracias César. Antes de nada, Bienvenido. Me alegro de tenerte de nuevo por aquí. con el paso de los años y el trabajo continuado, uno va aprendiendo y cercando cada vez más, aquello que quiere, aquello que tiene algún valor personal para contar lo que quiere, lo que siente y además el tiempo y el trabajo enseñan, también, a elegir el momento del disparo, que incluir en la toma, que dejar fuera de ella y de esta manera uno va "sintiendo" que es lo que quiere retratar y porqué. Un abrazo enorme
Eliminar