Sí... llama la atención no solamente el abandono del edificio, sino también lo desolado del paisaje, con el árbol sin hojas y la poca vegetación al margen del camino. Todo contribuye a dar este aire de abandono...
Esta me gusta muy especialmente. Sobretodo por ese camino que nos lleva al edificio abandonado. Como es habitual, un gran monocromo, con un espléndido equilibrio de blancos y negros. Un fuerte abrazo
Fantástica esa instalación de aire, ese chapuceo quizá nos muestra el paulatino deterioro antes del abandono final. El procesado esplendido Luis. Un abrazo
Coincido con Alejandro Calvo en que esa instalación de aire acondicionado tan peculiar ya en su día fue el indicio de la decadencia. En cualquier caso, visto con detenimiento, ese arbolito parece estar retoñando lo que no deja de ser una llamada a la esperanza. Un abrazo,
Curiosa solución eso de tapiar una entrada y el resto dejarlas vacías. Incluso el árbol parece estar sin vida.
ResponderEliminarTremenda serie, Luis.
Un abrazo.
Sí... llama la atención no solamente el abandono del edificio, sino también lo desolado del paisaje, con el árbol sin hojas y la poca vegetación al margen del camino. Todo contribuye a dar este aire de abandono...
ResponderEliminarSaludos
Los lugares abandonados y dejados son siempre un gran reclamo para hacer fotos.
ResponderEliminarMuy interesante.
Un saludo.
Esta me gusta muy especialmente. Sobretodo por ese camino que nos lleva al edificio abandonado. Como es habitual, un gran monocromo, con un espléndido equilibrio de blancos y negros.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Fantástica esa instalación de aire, ese chapuceo quizá nos muestra el paulatino deterioro antes del abandono final.
ResponderEliminarEl procesado esplendido Luis.
Un abrazo
Coincido con Alejandro Calvo en que esa instalación de aire acondicionado tan peculiar ya en su día fue el indicio de la decadencia. En cualquier caso, visto con detenimiento, ese arbolito parece estar retoñando lo que no deja de ser una llamada a la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo,