Nuevamente la luz manejada con maestría consigue en este caso destacar las texturas en esa pared de pintura desconchada y en la vieja madera de la puerta, al tiempò que suaviza esos huecos oscuros que llevan a destinos desconocidos. Un abrazo,
Estas últimas, por fin el interior, me gustan, son encuadres pensados para una completa descripción, me paro especialmente en esta, me gusta muchísimo. Cuando termines la serie, creo que valdrá la pena, editarlas y hacer una entrada con un galería. Un abrazo, Luís.
Deterioro y abandono total, muy bien manejada la luz, las texturas esplendidas.
ResponderEliminarUn abrazo Luis
Esa almohada introduce de algún modo el elemento humano en la serie dotándola, si cabe, de más fuerza
ResponderEliminarNuevamente la luz manejada con maestría consigue en este caso destacar las texturas en esa pared de pintura desconchada y en la vieja madera de la puerta, al tiempò que suaviza esos huecos oscuros que llevan a destinos desconocidos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Bien captada esa escena de desolación...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Estas últimas, por fin el interior, me gustan, son encuadres pensados para una completa descripción, me paro especialmente en esta, me gusta muchísimo.
ResponderEliminarCuando termines la serie, creo que valdrá la pena, editarlas y hacer una entrada con un galería.
Un abrazo, Luís.