Hay un lugar en el que los tejados, las terrazas, los patios
interiores, hablan de arquitectura y desde esta perspectiva alta y un poco
distante, pretenden mostrarnos aquello que nos contiene, aquello donde en días de calor como los pasados, se derrite la naturaleza misma del fotógrafo.
Una experiencia exigente, pero al tiempo placentera porque
ante mis ojos, han ido apareciendo como un sueño aquellos paisajes de la
infancia.
Va por vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios