18 de noviembre de 2015

A todas las víctimas del terrorismo.



Algo se apaga en mi interior 
y busco a la desesperada una luz,
apenas sin tiempo, apenas sin aliento
mis venas se rompen en mimbre,
en las manos ya sin peso, busco el contacto
de quien se escapa para siempre.

Desaparecido el silencio de los verbos
que eran susurro en bocas hilvanadas,
solo queda el enloquecimiento de las 
miradas pérdidas, de los pasos de plomo
que quieren negarlo todo
y evitar un mundo feliz de todos y para todos