A veces siento la necesidad de quedarme con lo que me parece esencial.
Entonces la
realidad se hace doméstica, personal y me siento arrastrado a expresar aquello
que grita en mis entrañas de manera desprovista de artilugios (no digo que el
color lo sea) pero, siento que no debo entretenerme en adorno ninguno.
Yo sé bien lo que veo cuando miro.
Y es
entonces cuando me centro y vuelvo al blanco y negro de mi necesidad, de mi deseo de expresarme libremente.