26 de febrero de 2016

La fotografía como memoria IV




   El trabajo se organizaba por parejas: parejas de maderistas, parejas de martilleros, equipos de escombreros, maniobristas, engrasadores, tuberistas, retaqueros, personal especializado en arreglo de vías, vieros, palistas, ayudantes palistas, máquinas locomotoras, capataces mayores, vigilantes, pinches, ayudantes maderistas, sienta vías, carga de camiones, peones de interior, jefe de explotación, chaveteros, saneadores, palista exterior, martillero cantera, listeros, basculadores, estrío menas, cantera peones, cantera especialistas, arreglo vagones, especialistas mina, ayudantes sientavías, capataces sección.    Estos oficios eran los de la plantilla llamada de interior.

La fotografía como memoria IV




   El trabajo se organizaba por parejas: parejas de maderistas, parejas de martilleros, equipos de escombreros, maniobristas, engrasadores, tuberistas, retaqueros, personal especializado en arreglo de vías, vieros, palistas, ayudantes palistas, máquinas locomotoras, capataces mayores, vigilantes, pinches, ayudantes maderistas, sienta vías, carga de camiones, peones de interior, jefe de explotación, chaveteros, saneadores, palista exterior, martillero cantera, listeros, basculadores, estrío menas, cantera peones, cantera especialistas, arreglo vagones, especialistas mina, ayudantes sientavías, capataces sección.    Estos oficios eran los de la plantilla llamada de interior.

25 de febrero de 2016

La fotografía como memoria III




Juan Martínez "Patitas" - Cosas de Las Menas
No conocí mucho a mi padre porque tenía sólo 4 años cuando murió en 1918.
Nació el 5 de marzo 1882, hijo de Francisco  y de Maria Encarnación. 
Sus abuelos paternos se llamaban Francisco Martínez y María de la Purificación Cano. En cuanto a sus abuelos maternos eran Manuel Cano Hernández y María Domene Martínez. No se puede ir mas lejos en los antepasados porque creo acordarme de que los registros del estado civil empezaron a ser apuntados por el Ayuntamiento en los años 1875 o 1880.
Antes era la iglesia quien lo hacía, y esos registros fueron quemados en la revolución de 1936.
Así que los datos de los antepasados más arriba son los que aparecen en las partidas de nacimiento de mis padres.
Cuando yo nací, el 9 de octubre 1914, mis padres vivían en la sierra en El Rascador de Las Menas donde tenían un negocio los tres hermanos "Patitas" mi padre, Rogelio el mayor y Emilio el menor. Era una cantina y además hacían comidas para los solteros. Mi madre Ángeles se ocupaba de hacer estas comidas con Isabel, una mujer del pueblo.
Antes de subir a la sierra los tres hermanos eran recoveros, iban con una mula a los cortijos a recoger los huevos, el aceite, etc. e iban a venderlo hasta Granada. 
Mis padres ya estaban casados así que seria por los años 1902-1904.
En todas las familias hay siempre uno que sale más desfavorecido por la suerte. Según me contaron ese fue mi padre y sin recordar asuntos familiares le tocó morirse a los 36 años dejando una viuda con 5 hijos.
Resulta que todos los testimonios dicen que mi padre era el que trabajó más físicamente porque era el más fuerte, el más decidido, el que siempre estuvo en contacto con los obreros que llegaban al coto minero buscando trabajo, mirando de orientarlos y ayudarlos mientras se organizaban.
La gente del pueblo me decía:
-"Donde vayais no os faltará nunca de nada por el bien que tu padre hizo."
Claro, palabras que vuelan y no se cumplen...
Lo que es cierto es que en aquella época Juan Martínez "Patitas" tenía la fama de ser el hombre más fuerte del pueblo y de la sierra.
Me contaron que cuando había peleas en la cantina podía coger cinco hombres y echarlos de la cantina como quería. Como en las películas del oeste venían de otros lugares para desafiarlo pero él siempre ponía orden. También tenía una larga barra de hierro y la lanzaba como una jabalina detrás de la cantina. La gente venia de vez en cuando para superar su marca y cada vez que uno lo conseguía enseguida salía él de la cantina, cogía otra vez la jabalina y la tiraba más lejos.
Se supone que el apodo "Patitas" vendría de que eran mozos fuertes y daban unas zancadas grandes bajando las cuestas y no se quien dijo:
-"¡Mira estos que patitas tienen!"
Bueno, eso es una versión.


La fotografía como memoria III




Juan Martínez "Patitas" - Cosas de Las Menas
No conocí mucho a mi padre porque tenía sólo 4 años cuando murió en 1918.
Nació el 5 de marzo 1882, hijo de Francisco  y de Maria Encarnación. 
Sus abuelos paternos se llamaban Francisco Martínez y María de la Purificación Cano. En cuanto a sus abuelos maternos eran Manuel Cano Hernández y María Domene Martínez. No se puede ir mas lejos en los antepasados porque creo acordarme de que los registros del estado civil empezaron a ser apuntados por el Ayuntamiento en los años 1875 o 1880.
Antes era la iglesia quien lo hacía, y esos registros fueron quemados en la revolución de 1936.
Así que los datos de los antepasados más arriba son los que aparecen en las partidas de nacimiento de mis padres.
Cuando yo nací, el 9 de octubre 1914, mis padres vivían en la sierra en El Rascador de Las Menas donde tenían un negocio los tres hermanos "Patitas" mi padre, Rogelio el mayor y Emilio el menor. Era una cantina y además hacían comidas para los solteros. Mi madre Ángeles se ocupaba de hacer estas comidas con Isabel, una mujer del pueblo.
Antes de subir a la sierra los tres hermanos eran recoveros, iban con una mula a los cortijos a recoger los huevos, el aceite, etc. e iban a venderlo hasta Granada. 
Mis padres ya estaban casados así que seria por los años 1902-1904.
En todas las familias hay siempre uno que sale más desfavorecido por la suerte. Según me contaron ese fue mi padre y sin recordar asuntos familiares le tocó morirse a los 36 años dejando una viuda con 5 hijos.
Resulta que todos los testimonios dicen que mi padre era el que trabajó más físicamente porque era el más fuerte, el más decidido, el que siempre estuvo en contacto con los obreros que llegaban al coto minero buscando trabajo, mirando de orientarlos y ayudarlos mientras se organizaban.
La gente del pueblo me decía:
-"Donde vayais no os faltará nunca de nada por el bien que tu padre hizo."
Claro, palabras que vuelan y no se cumplen...
Lo que es cierto es que en aquella época Juan Martínez "Patitas" tenía la fama de ser el hombre más fuerte del pueblo y de la sierra.
Me contaron que cuando había peleas en la cantina podía coger cinco hombres y echarlos de la cantina como quería. Como en las películas del oeste venían de otros lugares para desafiarlo pero él siempre ponía orden. También tenía una larga barra de hierro y la lanzaba como una jabalina detrás de la cantina. La gente venia de vez en cuando para superar su marca y cada vez que uno lo conseguía enseguida salía él de la cantina, cogía otra vez la jabalina y la tiraba más lejos.
Se supone que el apodo "Patitas" vendría de que eran mozos fuertes y daban unas zancadas grandes bajando las cuestas y no se quien dijo:
-"¡Mira estos que patitas tienen!"
Bueno, eso es una versión.


La fotografía como memoria II



  
El puente de hierro de Las Menas.


   El transporte del mineral en el interior de la mina se realizaba, en los primeros años, con vagonetas tiradas por caballerizas, pasando con el tiempo a pequeñas locomotoras diesel y posteriormente, con un entramado de vías, galerías, niveles y chimeneas que servían para distribuir y organizar todo el mineral, llegando desde las vías de maniobra en el exterior a la tolva general de las Menas de esta a la tolva de Cabarga San Miguel y de esta a la estación de carga Los Canos.

La fotografía como memoria II



  
El puente de hierro de Las Menas.


   El transporte del mineral en el interior de la mina se realizaba, en los primeros años, con vagonetas tiradas por caballerizas, pasando con el tiempo a pequeñas locomotoras diesel y posteriormente, con un entramado de vías, galerías, niveles y chimeneas que servían para distribuir y organizar todo el mineral, llegando desde las vías de maniobra en el exterior a la tolva general de las Menas de esta a la tolva de Cabarga San Miguel y de esta a la estación de carga Los Canos.

23 de febrero de 2016

La fotografía como memoria



    En el pasado mes de septiembre, guiado por la mano de mi gran amigo Arturo, conocedor de estas tierras almerienses como de la palma de su mano, realicé una serie de fotos por la sierra de Almanzora y la Sierra de Filabres.
   Pretendía localizar un antiguo poblado (barrio, lo llaman allí) minero, Las Menas.  
   Mi buen amigo me llevo a recorrer aquellos parajes por los que la historia había escrito algunas páginas de la dura vida de los mineros.
   Durante un fin de semana largo, caminamos localizando lo que queda hoy de aquellas casas, de aquellos caminos por los que transcurrió, en algún momento de la historia, la vida de los trabajadores de las minas. 
   Con estas fotografías solo quiero rendir un humilde homenaje a aquellos abnegados trabajadores que día a día se jugaban la vida entrando en las galerías con el único propósito de arrancar a las entrañas de la tierra un poco de mineral de hierro.
   Quiero agradecerle desde aquí a mi amigo Arturo, la oportunidad que me brindo con su esfuerzo, gracias al cual pude documentarme para realizar este trabajo.


La fotografía como memoria



    En el pasado mes de septiembre, guiado por la mano de mi gran amigo Arturo, conocedor de estas tierras almerienses como de la palma de su mano, realicé una serie de fotos por la sierra de Almanzora y la Sierra de Filabres.
   Pretendía localizar un antiguo poblado (barrio, lo llaman allí) minero, Las Menas.  
   Mi buen amigo me llevo a recorrer aquellos parajes por los que la historia había escrito algunas páginas de la dura vida de los mineros.
   Durante un fin de semana largo, caminamos localizando lo que queda hoy de aquellas casas, de aquellos caminos por los que transcurrió, en algún momento de la historia, la vida de los trabajadores de las minas. 
   Con estas fotografías solo quiero rendir un humilde homenaje a aquellos abnegados trabajadores que día a día se jugaban la vida entrando en las galerías con el único propósito de arrancar a las entrañas de la tierra un poco de mineral de hierro.
   Quiero agradecerle desde aquí a mi amigo Arturo, la oportunidad que me brindo con su esfuerzo, gracias al cual pude documentarme para realizar este trabajo.


5 de febrero de 2016

En pareja



Entre tú y yo
hay un tiempo transformado en aliento cristalino.
Entre tú y yo
la tarde se hace historia y toma medida,
primero de tus ojos, más tarde de mi boca.
Entre tú y yo
estamos nosotros y nuestras sombras agitadas.

  



Gracias a vosotros, siempre 

En pareja



Entre tú y yo
hay un tiempo transformado en aliento cristalino.
Entre tú y yo
la tarde se hace historia y toma medida,
primero de tus ojos, más tarde de mi boca.
Entre tú y yo
estamos nosotros y nuestras sombras agitadas.

  



Gracias a vosotros, siempre